Y es que soy un animal

Pablo Ramos, mi amigo y maestro, es medio animal. Por eso lo quiero tanto. Porque no mide, no calcula lo que le conviene o no le conviene, lo que le sirve para su carrera de lo que no, tampoco lo sopesa para su vida. Como yo, que tantas veces pateo el tablero y lo que es peor, me lo pateo en contra.

Ayer mi tía de ochenta y ocho años me decía que le hacía acordar a mi abuela: la eslovena Otilia, animal también, pateadora de tableros en contra y bastante insufrible. Pero uno ya a esta edad que tengo, casi cincuenta y dos, no puede andar haciéndose el gil, debe aceptar si vino fallado tanto como lo bueno que trajo bajo el brazo, o en un pliegue se su intestino, o en un lunar de su ceja izquierda.

Así que hoy les cuento que se estrena por Canal Encuentro el primer capítulo de la serie Animal que cuenta, de la que fui parte como directora de arte gracias a Pablo primero, que me contactó con Oscar Frenkel, el director de la serie y luego con Claudio Groppo, productor.

Cuando lo llamé a Claudio para darme a conocer, se dio la enorme casualidad de haber trabajado con él en un largometraje en 1989, 1990, en el sur de la Argentina, en Roca. El largo se llamó Desiertos. La dirección fue de Amaolo, yo hice la escenografía y me cagué de la risa junto a Dina Spivak que hizo la dirección de arte, y el gringo Crisanti, en aquella época meritorio de Arte.

De los mejores recuerdos que tengo de mi vida: ese tiempo en Roca, cuando dejé de ser vegetariana por un plato de guiso de lentejas con carne que me dieron como única opción; cuando Dani Villaba -ahora bombero- nos traía a Dina y a mí un Biznike nevado ( qué sabía yo que mi hijo sería fanático de esos chocolates); cuando Fernando Noy se tomaba su tecito entre tanto pendejo  como yo que había, y de tantas otras cosas que no puedo contar.

Veinticinco años después nos junta, por esa intuición animal que tiene, Pablo Ramos. Hoy se estrena. A las nueve de la noche por Canal Encuentro. Los invito a verla. Es un animal que pregunta y pregunta a otros que cuentan o contaron historias de asesinos, putas o payasos. Un escritor que entrevista a otros. Unos cuentos hechos ficción. A mí me gustó hacerlo, aunque como buena animal que soy y heredera de mi abuela eslovena me haya peleado con medio mundo.

Además de agradecerle a Pablo, le quiero agradecer a Claudio Groppo su estímulo para seguir, su cuidado y su humildad. A Juan Sebastián Carballo, por su sensibilidad y su aguante. Y para disculparme ante ellos por haber sido tan animal, les subo el tema de los Toreros Muertos, que yo escuchaba en aquella época de fines de los 80. Soy un animal.